La parálisis cerebral es un trastorno global de la persona producido por una lesión en el desarrollo del cerebro durante el período gestacional o en los tres primeros años de vida por causas diversas: anoxia (falta de oxígeno), prematuridad, traumatismos, infecciones, etc.

Además de las alteraciones en el control del movimiento, el tono y la postura, características más frecuentes de la parálisis cerebral, pueden manifestarse con otros síntomas asociados: cognitivos (déficit intelectual); sensoriales; de comunicación (dificultades en la articulación de las palabras o ausencia de ellas); o crisis convulsivas (epilepsia).

En algunos casos, las personas con parálisis cerebral tendrán un grado de funcionamiento autónomo muy importante y en otros, necesitarán apoyo para una gran parte de las tareas de la vida diaria.

Por discapacidades afines, se entiende el daño cerebral adquirido causado por lesiones neurológicas de origen cerebral (traumatismos craneoencefálicos, tumores cerebrales, enfermedades cerebrovasculares) que cursen con problemas de predominio motor, aunque tengan afectados otros ámbitos.

La parálisis cerebral es la causa más frecuente de discapacidad en niños y niñas, menores de 3 años.

La lesión no cambia, es inmutable. El daño neurológico no aumenta ni disminuye aunque las consecuencias y los síntomas que se vayan manifestando pueden cambiar: mejorar o empeorar.

Por consiguiente, los tratamientos de rehabilitación adquieren gran importancia en los primeros años de vida, ya que se debe aprovechar la plasticidad del sistema nervioso central.

La lesión se produce antes de que el desarrollo y crecimiento del cerebro se haya completado.

Puede ocurrir durante la gestación (causas prenatales), el parto (perinatales), o los tres primeros años de vida del niño o niña (postnatales), ya que es en este periodo de tiempo cuando el sistema nervioso central está en plena maduración.

Es un desorden permanente, lo que implica que es irreversible y persiste a lo largo de toda la vida.

La alteración del sistema neuromotor influye en aspectos físicos como son la postura, el movimiento o el habla.

La lesión también puede afectar a otras funciones como la atención, la percepción, la memoria, el lenguaje y el razonamiento.

El grado en el que esta discapacidad afecta a cada niño o niña es diferente, y viene determinado por la intensidad y el momento concreto en que se produce la lesión.

Así, podemos encontrarnos con personas que conviven con una parálisis cerebral que resulta apenas perceptible, desarrollando una vida totalmente normal, frente a otras que necesitan del apoyo de terceras personas para realizar las tareas más básicas de su vida diaria.

Una de cada quinientas personas tiene parálisis cerebral en nuestro país.

Nos gustan más las personas que los datos. Pero a veces tener la información nos ayuda a acercarnos sin miedo a conocer una realidad cercana.

 En el mundo hay 17 millones de personas con parálisis cerebral.

 En España viven 120.000 personas con parálisis cerebral.

 El 90% de los casos la lesión que causa parálisis cerebral ocurre antes o durante el nacimiento.

Llámanos si necesitas información.

Paraje de Las Lagunillas s/n (Jaén)
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