La parálisis cerebral es un trastorno global de la persona producido por una lesión en el desarrollo del cerebro durante el período gestacional o en los tres primeros años de vida por causas diversas: anoxia (falta de oxígeno), prematuridad, traumatismos, infecciones, etc.
Además de las alteraciones en el control del movimiento, el tono y la postura, características más frecuentes de la parálisis cerebral, pueden manifestarse con otros síntomas asociados: cognitivos (déficit intelectual); sensoriales; de comunicación (dificultades en la articulación de las palabras o ausencia de ellas); o crisis convulsivas (epilepsia).
En algunos casos, las personas con parálisis cerebral tendrán un grado de funcionamiento autónomo muy importante y en otros, necesitarán apoyo para una gran parte de las tareas de la vida diaria.
Por discapacidades afines, se entiende el daño cerebral adquirido causado por lesiones neurológicas de origen cerebral (traumatismos craneoencefálicos, tumores cerebrales, enfermedades cerebrovasculares) que cursen con problemas de predominio motor, aunque tengan afectados otros ámbitos.