El pasado sábado 10 de junio nos dejaba Sergio Ozaez, natural de Bailén y usuario de la Unidad de Estancia Diurna de Aspace Jaén. Nos quedaríamos cortos en tener calificativos para describir como era Sergio, un niño supercariñoso, con una sonrisa que enamoraba a todos aquellos que día a día estaban con él.
Hoy, María Dolores Cubero responsable de talleres de la Unidad de Estancia Diurna, ha escrito con mucho sentimiento y amor una entrañable carta dedicada a Sergio, un precioso homenaje a una persona que jamás olvidaremos.
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Mi pequeño gran hombre
“Un día hace ya unos años, llegó a mi vida una familia estupenda, una familia admirable y envidiable porque cada vez que la vida los ha golpeado, han actuado con inteligencia, con sabiduría, con tranquilidad, con cariño y con respeto y nunca los he visto quejarse ni victimizar nada.
Dicen que siempre aprendes cada día,cada momento, que hay personas que dejan huella, que marcan tu vida que deseas y, necesitas seguir teniéndolos de ejemplo porque siempre te parece corto el tiempo con ellos, porque te hacen sentir muy bien contigo misma. Cada hijo tiene un poco de nosotros y mucho de la educación de la familia y del ejemplo de los padres.
Para mí Sergio es un niño feliz, alegre, cariñoso, un vivo ejemplo. De su familia nunca se quejaba de nada aunque estuviera malito, siempre tenía una sonrisa cuando le hablabas . Si te acercabas te abrazaba como si fuera el ultimo abrazo.
Tenia tanto cariño que dar que era generoso en abrazos, era todo un amor; también era muy gracioso si poníamos la tele, no se dormía la siesta y le decíamos …Sergio a dormir!!! y él nos miraba con su carita de pillín y se reía, se echaba en la colchoneta y al segundo otra vez estaba sentado mirando la tele y hasta que no quitábamos la tele no se dormía…comía regulero y cuando no le gustaba la comida te miraba con sus preciosos ojos marrones llenos de luz que expresaba, ésto no me gusta y mordía la cuchara y te seguía mirando con la cuchara entre sus dientes y si sonreía me ganaba con su sonrisa y conseguía su deliciosa compota de frutas que le encantaba y de la que disfrutaba desde el principio hasta el fin. Yo lo miraba con admiración y me preguntaba como puede ser tan selectivo su paladar.
Pues sí era selectivo, se comía lo que a él le gustaba.
Pero realmente para mi donde más feliz se encontraba era en el agua cuando estaba dentro de su flotador. Con sus deditos dentro del agua, que veranos más buenos hemos vivido con él, como lo hemos disfrutado, cuanta huella nos has dejado, cuanto dolor en nuestro corazón y cuanto amor nos has enseñado.
Como te echamos de menos, cada uno a nuestra manera, nunca te olvidaremos porque te queremos. Querido Sergio, estés donde estés y estés con quien estés, serán afotunados por tenerte, por poder disfrutar de ti como nosotros hemos disfrutado contigo y gracias a tus padres por confiar en nosotros, por dejarnos disfrutar de ti, por dejarnos conocerte y por apreder de ti .
Las vacaciones nunca serán iguales sin ti. Nada será igual sin ti. Sin tus palmas en los partidos animando, sin tus abrazos interminables, sin ti ya nada sera igual. Te queremos Sergio, para siempre estarás en mi corazón,compañero de camino, amigo inolvidable…alumno perfecto y mejor persona ya que somos privilegiados los que te hemos conocido y tenido tan cerca…hasta siempre muak.
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