Carmen Haro es maestra de educación especial en Aspace Jaén desde hace varios años y además lleva el proyecto “Aprendizaje Inclusivo, enséñame a aprender” para usuarios de la Unidad de Estancia Diurna de nuestro centro.
Hoy va a repasar como es su día a día, las inquietudes que se encuentra y el papel que juega la familia cuando un niño recibe servicio de educación especial.
[su_note]Puedes definirnos en qué consiste tu profesión[/su_note]
Carmen Haro: En primer lugar estudié Magisterio de Educación Especial en la Universidad de Granada, luego quise especializarme en el tema de la enseñanza y en la educación propiamente dicha por lo que acabé licenciándome en Pedagogía.
Más concretamente, mi labor en Aspace Jaén consiste, por una parte en dar apoyo curricular específico a niños/as y adolescentes en la etapa educativa con el fin de que mejoren su rendimiento académico y vayan logrando los objetivos de su nivel curricular de la mejor manera posible, siempre dentro de sus posibilidades.
Y por otro lado, a los niños/as y jóvenes con mayor afectación, intento desde mi área que adquieran los mayores y mejores conocimientos adaptados a su nivel para que se enriquezcan lo más posible y aprendan lo más básico y principal de la vida diaria.
[su_note]¿Qué diferencia básica hay entre la educación para niños con unas necesidades especiales y con niños que consideramos normales?[/su_note]
C.H: Hay bastantes diferencias, pero la fundamental es que con nuestros niños/as es necesario utilizar unos recursos y unos medios específicos adaptados a cada uno para que su desarrollo integral sea posible. El refuerzo o apoyo educativo que se les proporciona desde Aspace Jaén es siempre priorizando sus necesidades y con una atención y específica.
[su_note]¿Qué es lo más complicado de ser maestra de educación especial?[/su_note]
C.H: Aquí he de decir que cuando tienes clara tu vocación intentas siempre ser positiva y no tener en cuenta las adversidades con las que te puedes topar en el camino. Los maestros en general se enfrentan a bastantes dificultades, sobre todo en la sociedad en la que vivimos; falta de apreciación y de apoyo público, siempre escuchamos lo de “Usted tiene el trabajo más fácil del mundo!” por parte de la gente, el poco reconocimiento por otros profesionales afines o el apoyo de los padres…
En el caso de los maestros de Educación especial, éstas dificultades se acentúan y se hace un poco más complicado abrirse camino en el ámbito de la educación que maestros de otras especialidades consideradas “más importantes”.
En cuanto al trabajo directo con los niños/as también es diferente, cualquier objetivo que se trabaje con otro niño “normal”, entre comillas, se puede conseguir en un determinado tiempo, sin embargo, nuestros niños/as quizás necesitan muchísimo tiempo más, pero cuando tú logras ese objetivo con ese niño, aunque hayas tardado meses y sea coger bien el lápiz, o escribir la letra a…, la satisfacción que sientes es muy grande, porque para él es muy importante. La satisfacción que tú sientes es la que le ves en su cara cuando logra dar un paso, da igual pequeño o más grande, ahí es cuando todas las adversidades pasan a un segundo plano y realmente te sientes a gusto con tu trabajo.
[su_note]¿Cuáles son las discapacidades que tienen los alumnos/niños que atiendes en Aspace Jaén?[/su_note]
C.H: Aquí en Aspace Jaén contamos con una gran diversidad, yo concretamente trabajo con niños/as con Parálisis Cerebral, discapacidad intelectual así como dificultades de aprendizaje por causas muy diversas.
[su_note]¿Cuál ha sido el caso más complicado que recuerdas al trabajar con niños especiales?[/su_note]
C.H: Todos los casos son diferentes, cada niño/a muestra unas necesidades y peculiaridades distintas y eso hace que el o la profesional que trabaja con ellos se implique y quiera dar lo mejor para lograr los objetivos propuestos.
En mis prácticas de la carrera tuve que enfrentarme a casos complicados, ya no solo por el tema escolar sino familiar y social. La atención educativa que se le proporciona a los niños/as no solo implica la sesión en sala sino que tanto el contexto social, familiar, personal…influye y determina que se avance o no. Es importante la colaboración de todo lo que envuelve al niño para un completo desarrollo en todos los ámbitos posibles.
[su_note] La pregunta que se harán todos los padres ¿Como sé que mi hijo necesita servicios de educación especial?[/su_note]
C.H: Los niños aprenden de distintas maneras y a distintos ritmos. Algunos de ellos necesitan tiempo adicional, por otro lado, algunos niños tienen problemas con la vista, con su sentido del oído o del habla. Otros quizás tengan un problema de aprendizaje. Por lo general, cuando un padre sospecha que su hijo/a pueda tener algún problema a nivel físico o de aprendizaje, es muy importante hablar con el maestro o profesional que tenga cerca, y así conseguir ayuda profesional de inmediato.
Es importante destacar que la etapa de Educación Infantil es esencial a la hora de detectar posibles dificultades en el desarrollo motor, del lenguaje, sensorial, cognitivo o de aprendizaje, también de conducta o emocional, en la relación o comunicación y por supuesto evolutivo.
Cuando ya ha habido una valoración previa, ya sea del EOE de un colegio o de un equipo de valoración se empieza a hablar de el tratamiento educativo a seguir con ese niño/a.
[su_note]¿Qué papel juega la familia cuando un niño recibe educación especial? ¿Colabora?[/su_note]
C.H: Una educación de calidad, es aquella que incluye y responde a las necesidades educativas de todos los niños/as , reconociendo y valorando sus diferencias, al mismo tiempo que va desarrollando las competencias, habilidades y talentos de cada uno/a. La familia es uno de los principales recursos de apoyo para lograr progresos en los aprendizajes, y por tanto es esencial que participe y se involucre en la toma de decisiones educativas respecto de sus hijos e hijas, construyendo con ella una relación positiva y de colaboración.
En el caso de nuestro centro y más concretamente en mi área, intento hacer partícipes en todo momento a los familiares del desarrollo curricular de su hijo/a que, por lo general colaboran en mayor o menor medida siempre dentro de sus posibilidades. No se concibe un buen progreso si no vamos todos a una, incluyendo todos los profesionales que trabajan con ellos/as, familia, entorno, escuela…
[su_note]¿Qué es lo más satisfactorio de tu profesión?[/su_note]
C.H: Hay muchas cosas que proporcionan satisfacción en el día a día con los niños/as, pero sobre todo lo que más te ayuda a continuar desempeñado tu trabajo sin cesar es ver sus caras en cualquier detalle, ese pequeño logro, descubrimiento, caricia, que te proporciona un chute de energía para seguir así muchos años más. Sí es cierto que hay días difíciles, todos tenemos cambios de humor, momentos buenos y malos…y además, al pasar tanto tiempo juntos (una sesión y otra…) aprendes a conocerte, a tener una relación estrecha y, en muchas ocasiones a aprender de ellos más que ellos de ti.
Se nos llama maestros de educación especial y como bien dice se dice es que “Sí, somos maestros especiales, porque para prestar servicio a personas con necesidades educativas diferentes tenemos que tener cualidades y características especiales”.
[su_note]¿Cuál es el mayor obstáculo que tienes para desempeñar de mejor manera tu trabajo?[/su_note]
C.H: En esta profesión te encuentras con bastantes y muy diversos obstáculos pero pienso que ninguno de ellos es suficiente para desistir, sí es cierto que en muchas ocasiones bajas los brazos, te cuesta continuar y algunos días se hacen largos pero supongo que como a todo el mundo. Trabajar con personas y especialmente con niños te da una motivación extra, tienen siempre un gesto amable, una mirada, una sonrisa etc., que te hace mirar lo positivo y seguir adelante. La sociedad nos pone ya de por sí muchas trabas, a nivel económico, cultural, de bienestar social, los recortes en educación y en dependencia…todo eso afecta a nuestro colectivo y nos lo pone a todos mas difícil para luchar por los derechos de los nuestros.
Por tanto, tenemos que estar unidos para que no nos sigan dejando aislados, tenemos que luchar todos, niños, padres, profesionales, la entidad…para aunar fuerzas y superar cualquier obstáculo que se nos ponga por delante ya que “ellos”, su felicidad y su calidad de vida es lo más importante.