Protección y sobreprotección no son lo mismo. Sobreproteger a un hijo es ir más allá de cubrir y satisfacer sus necesidades y cuidados básicos.
Normalmente la sobreprotección surge de un sentimiento en el que el adulto tiene más en cuenta sus miedos o necesidades que las de su hijo. En este corto se muestra lo contrario, como la madre de Piper lo anima a salir y le da totalmente autonomía, dejando que él solo supere su miedo.
Es necesario evitar la sobreprotección, siendo fundamental dejarles aprender a su forma, con sus propios aprendizajes y permitir que se equivoquen y fallen como parte del proceso de aprendizaje. De este modo, podrán experimentar las diferentes emociones y sentimientos e ir aprendiendo a cómo enfrentarse a ellos.
La sobreprotección de los padres hacia sus hijos pueden ocasionar baja autoestima, poca capacidad de responsabilidad, ausencia de pensamiento crítico, mala gestión emocional, tender a la dependencia, ansiedad, miedo, falta de confianza en sus capacidades…
Al ver este cortometraje con vuestros hijos e hijas, podéis aprovechar para hablar sobre las diferentes emociones y concretamente, sobre el miedo que siente Piper en esa situación. Es un buen momento para hablar con ellos y preguntarles si han sentido miedo alguna vez, cómo han reaccionado…
El miedo es una reacción que surge cuando la persona siente un peligro real o imaginario. El miedo es una emoción normal y positiva, útil para evitar riesgos y protegernos de diferentes peligros. Pero cuando tenemos un miedo exagerado, que afecta a nuestro comportamiento o impide que hagamos ciertas cosas normalizadas, es un miedo negativo.
Por este motivo es importante hablar con vuestros hijos y que le ayudéis a reconocer si el miedo que sienten es positivo o negativo. En el caso de ser un miedo negativo debes enseñarle a tu hijo o hija a vivir con él, a manejarlo sin que limite su vida o lo paralice. En el caso de que el miedo sea demasiado grande o se convierta en una fobia, es necesario pedir ayuda psicológica.
