A lo largo de la jornada se ofrecen diferentes espacios para fomentar la autonomía en las actividades de la vida diaria, así mismo, se crean talleres para trabajar objetivos específicos que potencien su independencia en actividades de la vida diaria, básicas e instrumentales.

Se fomenta al máximo las capacidades actuales y se recurren a productos de apoyo, que disponemos en el centro de día, para obtener la mayor participación en la programación.

Se entrenan actividades propias del hogar, como poner la lavadora, secadora, tender la ropa o cocinar; actividades realizadas en el exterior, como manejo de dinero y hacer compras; y acciones personales, como rutinas de higiene y de alimentación.

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