Cuidar la salud física de las personas cuidadoras

En el camino de aprender a cuidar, constantemente las personas cuidadoras se encuentran en momento de duda, frustración, incertidumbre… y eso, en ocasiones, les lleva a una fatiga mental y física. Por ello, en cada entrada, buscamos intentar resolver todas las dudas posibles y dotar de algunas herramientas para el día a día de las personas a las que acompañan. Por ello, siguiendo la línea de la última entrada sobre “Cuidados del cuidador”, traemos algunas recomendaciones y pautas para prevenir los problemas de salud física que puede ocasionar el cuidado continuado.

En el cuidado diario, es necesario mantener la seguridad tanto de la persona dependiente como del cuidador, para ello, deben tenerse en cuenta algunos aspectos como:

  • suelos apropiados: secos, antideslizantes y evitar alfombras
  • estabilizar camas y muebles próximos
  • disminuir riesgos del entorno
  • mantener buena ventilación, temperatura e iluminación
  • usar protectores en enchufes, radiadores o escaleras
  • evitar colocar objetos rompibles, punzantes o tóxicos al alcance
  • instalar asideros con sujección vertical para prevenir caídas

En cuanto a las movilizaciones, es muy importante que los cuidadores mantengan una buena postura corporal para evitar, en la medida de lo posible, dolencias en la salud física. A continuación, añadimos algunas pautas a tener en cuenta, así como dos vídeos realizados por nuestras compañeras técnicas en cuidados auxiliares de enfermería y un vídeo explicativo sobre movilización de Confederación Aspace.

Pautas de movilización:

    1. Comprobar que mantiene el cuerpo en buena alineación y tiene una base de soporte amplia
    2. Mantener a la persona cerca del cuerpo tanto al levantarla como al moverla
    3. Evitar doblarse, intentando mantener siempre la espalda recta. Para ello, ajustar la cama y la mesa a la altura adecuada (nivel de la cadera)
    4. Usar las manos y brazos para levantar y movilizar
    5. Girar todo el cuerpo (piernas, cadera y espalda) al cambiar de dirección de movimiento, no sólo la cintura y la espalda
    6. Trabajar con movimientos suaves, no bruscos
    7. Evitar una postura encorvada
    8. Intentar fortalecer con ejercicio físico los músculos de las zonas que más utiliza para el cuidado (abdomen, espalda, piernas y brazos)

Movilización con grúa a sedestación

(

Movilización de la silla a bipedestación y viceversa

Finalmente, recomendamos algunas guías para cuidadores relacionadas con el cuidado físico, que pueden resultar de interés:

  • Ripol-Muñoz, M.E. (2011). La Tarea de Cuidar: Higiene postural, movilizaciones y transferencias. Zaragoza: Departamento de Servicios Sociales y Familia. Gobierno de Aragón.
  • Guía Básica de Prevención de Riesgos y Adaptación de Espacios para Cuidadores. Cruz Roja Española

Referencias

Fundación PILARES (2014). CUIDAR, CUIDARSE Y SENTIRSE BIEN. Guía para Personas Cuidadoras según el Modelo de Atención Integral y Centrada en la Persona. Guías de la Fundación Pilares para la Autonomía Personal, 1. ISBN: 978-85-617-2714-8

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