Hablemos de… epilepsia

La epilepsia es el trastorno neurológico más frecuente en niños y niñas. Se estima que alrededor de un 5% de los niños experimenta una crisis epiléptica en su vida y un 3% tiene convulsiones febriles (pequeñas convulsiones provocadas por fiebre alta, pero que no se considera epilepsia). Finalmente, sólo se confirma un diagnóstico de epilepsia en el 1% de los niños.

¿Qué es la epilepsia?

Es una enfermedad neurológica que se define por más de dos crisis epilépticas (con diferencia de más de 24 horas entre ellas) no provocadas , es decir, episodios breves de movimientos involuntarios que afectan a todo el cuerpo (generalizadas) o solo a una parte (focalizadas). Las crisis pueden ser desde pérdida o disminución de la conciencia hasta convulsiones por todo el cuerpo, dependiendo de la zona del cerebro donde se produzcan las descargas eléctricas.

La evolución depende de la causa de la epilepsia, la edad y el tipo de epilepsia. Aún así, por lo general, suele ser favorable y la mayoría tienen buena respuesta al tratamiento farmacológico, incluso la mayoría superan las crisis cuando se van haciendo mayores, pudiendo llegar a la retirada de la medicación.

¿Cómo se diagnostica?

Cuando existe la sospecha de un diagnóstico de epilepsia, los especialistas recurren al electroencefalograma (EEG). El EEG es una prueba indolora que no conlleva ningún riesgo para el niño o niña y permite observar la actividad eléctrica de las neuronas de su cerebro a través de electrodos colocados en el cuero cabelludo y la cara. En niños menores de 5 años, el registro es del sueño espontáneo. En menores de 1 año, se suele registrar durante la siesta de la mañana y en la tarde, los más mayores. De este modo, se puede conocer si efectivamente ocurren crisis epilépticas y de qué tipo son, para así intervenir de la manera más eficaz.

A partir de estas pruebas, junto a otras como el electrocardiograma o la prueba de fotosensibilidad, junto a la historia clínica y la entrevista, el profesional de la neurología establece el diagnóstico y un plan de intervención.

Consejos ante la toma de antiepilépticos

 

  • Dar la medicación al niño/a de forma regular y sin olvidar las tomas. Si se olvida alguna toma, no duplicar la dosis en la siguiente.
  • Administrar el medicamento en la dosis indicada
  • Utilizar pastillero o alarmas para cumplir con el tratamiento
  • Si el niño/a va al colegio, intentar junto con el médico planificar las tomas para el desayuno y la cena, evitando que se medique solo cuando aún no está preparado para ello
  • Informar al centro escolar, clases extraescolares u otros de la patología y de las directrices a seguir ante una crisis

Hábitos de sueño en niños y niñas con epilepsia

Entre las recomendaciones en estos casos, es muy importante la higiene del sueño debido a la corroborada relación directa entre epilepsia y sueño. Por ello, es necesario realizar una serie de hábitos de sueño, como ya recordamos en otras entradas (ver entrada “Buenos hábitos de sueño”). Algunos de ellos son:

– Dormir las horas recomendadas en función de la edad, con un horario regular de sueño y vigilia
– En epilepsias fotosensibles, estar pendiente de la luminosidad de las pantallas como televisión, tablet, videojuegos… Se deben utilizar en ambientes bien iluminados y a una distancia mínima de 3 metros si es televisión y 1 metro si es ordenador.
– Evitar estar frente a una pantalla cuando se está cansado o con sueño y evitar visualizarlas más de 40 minutos seguidos. Si se supera este tiempo, hacer descansos de bastante tiempo retirando la mirada de la pantalla.

Aunque se tenga esto en cuenta, el niño y niña con epilepsia pueden y deben llevar una vida normal, extremando las precauciones pero sin sobreprotegerle.

¿Cómo actuar ante una crisis epiléptica?

La mayoría de las crisis epilépticas suelen ser breves y terminan por sí solas. No obstante, es una situación de riesgo por lo que se deben de llevar a cabo una serie de medidas para evitar lesiones y complicaciones.

Imágenes obtenidas de “Guía vivir con epilepsia. Epilepsia y niños. UCB Cares”

Cuando la crisis acaba, la persona suele sentirse desorientada. Es recomendable acompañarle y ayudarle a situarse.

Es aconsejable anotar las características de las crisis (duración, hora, síntomas, antecedentes…) y, a poder ser, grabarlas, para que el neuropediatra pueda conocer esta información en la consulta.

La próxima entrada tratará sobre qué actitud debemos tomar ante la epilepsia en niños y niñas. Cómo tratar el tema con los más pequeños, los mitos en torno a la epilepsia y recomendaremos algunos cuentos especializados en el tema.

Todo esto podréis verlo en la página web de Aspace Jaén y redes sociales.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

UCB Cares (XXXX). Guía vivir con epilepsia. Epilepsia y niños. Recuperado de www.vivirconepilepsia.es

Share the Post:

Related Posts

Ir al contenido